jueves, 4 de junio de 2015

Declaraciones y otras historias de amor



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I



Donde alumbran los luceros del amanecer


se desprenden las pequeñas esporas


que vivan con las flores y los sonidos de un nuevo día.


Donde por la ventana de tu habitación


se cuelan los golpes del sol que hacen rechinar los vidrios y la madera.



II


Entre la membrana y los ladrillos que revisten la casa


se esconden historias de muchos tiempos


y muchas vidas antes que nosotros.


Justo donde nos sentemos y queramos prender un cigarrillo


y mirar el techo descolorido.

Justo detrás de todo ese marmolado de humedad y telarañas


se esconden las historias de otros,

que como nosotros prendieron sus miradas en este mundo de guerras y esfuerzos


y quisieron desaparecer, quisieron amar, perder, ganar, sentir

y quizás no morir sin memoria ni sueños.


III


Somos solo instantes

y a veces nos molestan los recuerdos

nos molestan los pies dormidos

por estar parados en un desierto sin agua ni comida.


A veces vemos y sentimos como se desprende

de nosotros una estela que va dejando migas en el camino

y esa estela es nuestra historia en este lugar,

aunque duela cuando la historia se quiebra como una hoja,

fue la historia y sera la historia

la que nos mantenga escribiendo y respirando,

amando, riendo y soltando aquellos besos en nuestro espacio.


IV


Explosiones de instantes y amor,

cayendo como centellas entre todos,

esparciendo por el campo gigantesco

la semilla que nos hará olvidar el dolor,

nos hará perdonar lo peor, y nos hará resistir


V






Y tu cuerpo va creciendo


con cada salida del sol


y mi amor se va desprendiendo


entre cortinas de humo y canciones


que llevan como aviones melodías por el aire de tu vida.


Donde quiero planear ligero y libre, acampar por el prado de tu cadera

y prender un fuego que no deje al invierno arrebatarnos el calor de nuestros deseos.


VI


Tan preciosas son las costas donde terminan tus pies debajo de las sabanas,

y la corriente que viene del sur de tus ojos va llevándome a vela.

Va acompañándome lento por este mar ansioso,

sin mareos quiero que mis manos sientan tus respiraciones

y que de pronto el incendio en el bosque, la pelea en el bar,

el desastre en las calles y el mundo pueda ser solo un silbido en la madrugada,

que no pueda despertar gritando a nuestro amor,

que puedan ser eternas estas horas dormidas,

estas largas y muchas horas entre tus brazos.



VII


Amar es salvaje

amar es a oscuras


Amar sin importar

cuando, porque

como ni donde.


Amar es sin pensar


Amar trae consigo abrigos,

fuegos adorados y ornamentos.


Paisajes de cualquier lugar hermoso.


Trae claridad y cristaliza el corazón.

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